1 Las verduras son blandas y viscosas
Algunas verduras, como los tomates y pepinos, tienen una textura viscosa blanda. Los seres humanos tienen un instinto para evitar las texturas viscosas y blandas, porque los alimentos podridos tienen esta textura.
2. Las verduras son amargas
Los seres humanos tienen el instinto de evitar los alimentos amargos. Los científicos piensan que nuestros receptores amargos evolucionaron para detectar los venenos en los alimentos, muchos de los cuales son alcaloides amargos.
3. Las verduras son bajas en calorias
La mayoría de las verduras son muy bajas en calorías. Una taza de coliflor tiene 25 calorías. Una taza de chocolates confitados tiene 1,023 calorías.
Y aunque todos los seres humanos tenemos un instinto de comer en exceso azúcar y alimentos ricos en grasa, los niños tienen un instinto especialmente fuerte para ello, porque niños están creciendo y tienen una mayor necesidad de calorías.
Los científicos han encontrado que a los niños que están creciendo les gusta el sabor de los alimentos muy dulces más que los no están creciendo.
Las verduras son en el otro extremo del espectro. Son muy bajas en calorías, y un niño prehistórico que solo come verduras no tendría suficientes calorías para sobrevivir y crecer.
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