Ingredientes:
500 g d almendras
300 g de miel
300 g de azúcar
2 claras de huevo
Procedimiento:
Pasar las almendras por agua herviendo 1 minuto y, refregarlas con un repasador limpio hasta que se desprenda toda su piel.
Pelarlas, secarlas y llevarlas en una sarten al fuego, revolviendo constantemente por un par de minutos hasta que se tuesten.
Reservar.
Poner la miel en una cacerola y llevarla al fuego muy bajo y revolviendo constantemente con cuchara de madera durante 45 minutos, hasta que se evapore prácticamente toda el agua.
Añadir el azúcar y seguir revolviendo.
Batir las claras a punto nieve muy firme y agregarlas muy suave y cuidadosamente a la mezcla.
Añadir las almendras y continuar mezclando hasta obtener una pasta uniforme.
Cubrir un molde rectangular con papel manteca, volcar allí la mezcla obtenida y distribuirla bien, usando una espátula si fuera necesario.
Dejar enfriar a temperatura ambiente, desmoldar, retirarle el papel manteca y dejarlo secar un par de días, antes de consumirlo.
Se lo puede conservar en un recipiente hermético durante un mes y en el verano, se aconseja meterlo en la heladera.
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